Si no cuidan su propia imagen, ¿cómo van a cuidar la de tu negocio?
En el mundo digital, la imagen lo es todo. Las redes sociales y los portales profesionales como LinkedIn son el primer escaparate de cualquier “experto” en presencia online. Pero, ¿qué pasa cuando esa misma “fachada” está llena de errores básicos? Desde nombres mal escritos hasta publicaciones plagadas de faltas de ortografía, estos descuidos son inaceptables, porque contradicen el núcleo de su trabajo: crear y cuidar una imagen profesional impecable.
El paralelismo: ¿aceptarías esto en otros ámbitos?
1. La carnicería descuidada:
Si entras en una carnicería y ves vitrinas sucias, no te sentirás cómodo comprando allí. Y si vuelves días después y la situación no ha cambiado, queda claro que no les interesa mantener unas mínimas condiciones higiénicas.
Con estas “agencias”, pasa lo mismo: si no han corregido los errores más básicos en meses o incluso años, demuestran una total apatía hacia lo que debería ser su mayor prioridad.
2. Un restaurante con menús llenos de errores:
Vas a un restaurante y el menú tiene faltas de ortografía y descripciones incompletas. No solo te parecerá poco profesional, sino que también puede hacerte cuestionar el nivel de cuidado que ponen en la comida. ¿Dejarías tu negocio en manos de alguien que ni siquiera revisa algo tan básico?
3. Una academia de idiomas con carteles mal escritos:
Si una academia de idiomas tiene errores gramaticales en su propia señalización, ¿cómo confiarías en que puedan enseñarte correctamente? De igual modo, una agencia digital que no cuida sus perfiles no debería encargarse de la imagen de tu empresa.
4. Una pastelería con tartas mal decoradas:
La decoración de un pastel no solo es un detalle estético; también refleja la pericia y dedicación del pastelero. Si las tartas están mal hechas, no comprarás allí. Lo mismo ocurre con quienes no cuidan su presencia online: ese desinterés no es un simple descuido, es una muestra de su incapacidad profesional.
5. Un gimnasio con equipamiento en mal estado:
Imagina que entras a un gimnasio y encuentras máquinas rotas o mal mantenidas. Aunque el personal sea muy amable, la falta de cuidado en el equipamiento te hace cuestionar la calidad del servicio. Lo mismo sucede con las “agencias” que no se preocupan por detalles tan básicos como la corrección de errores en sus perfiles o incluso en su propia página web. Si no mantienen bien su propia imagen, ¿cómo cuidarán la tuya?
Por qué no hay excusas
Estos errores no son meros despistes o problemas aislados; son un síntoma de una falta total de profesionalidad. En el caso de un “experto” en presencia online, no hay margen para justificaciones:
•Su labor es cuidar los detalles.
•Su carta de presentación debe ser impecable.
•Si no pueden gestionar su propia imagen, no están capacitados para gestionar la de nadie.
Aquí no hablamos de un buen profesional que ha tenido un mal día o que puede brillar en otros aspectos. Hablamos de gente que no cumple con lo más básico de su trabajo. Y si no son capaces de hacerlo para ellos mismos, mucho menos lo harán para ti.
Conclusión: abre los ojos antes de contratar
No caigas en la trampa de las falsas promesas. Asegúrate de analizar con lupa a las agencias o “expertos” que pretenden encargarse de la presencia online de tu negocio. Su perfil profesional es el reflejo más claro de su capacidad.
•Si ves errores constantes, aléjate.
•Si detectas falta de cuidado, no los contrates.
•Si notas apatía en su propia imagen, no les confíes la tuya.
Tu negocio merece trabajar con verdaderos profesionales que valoren los detalles y se comprometan a ofrecer excelencia desde el principio.